Mi novia es masoquista. Le encanta que le azote chanclas mojadas en la espalda. Que le jale de los cabellos. Que le haga la mariquita.
No me canso de golpearla. Eso sí, no me gusta que su sadismo me alcance. Ya se lo he dicho: a mi no me vengas con tonterías maniáticas. Si quieres que te de con el cordón de la plancha por mi bien. Me gusta verte excitada y, para que lo niego, el sabor de tu sangre me pone de una marcha. Pero el dolor, el mío, nomás no lo soporto. Ni pienses darme con el gancho de ropa o meterme por la cola esa verdura.
lunes, 22 de septiembre de 2008
jueves, 18 de septiembre de 2008
Caminata bajo lluvia
El vidrio refleja al intruso
El abismo de luz multiplica su cuerpo
Por momentos pareciera un ejercito
que se mira así mismo
El vidrio recibe el pie descalzo
de abismo
de ejercito que sangra
El vidrio es paño de abismo
que el cuerpo deja
En algún lugar el ejercito
es un hombre solo
que se cura la herida
El abismo
El abismo de luz multiplica su cuerpo
Por momentos pareciera un ejercito
que se mira así mismo
El vidrio recibe el pie descalzo
de abismo
de ejercito que sangra
El vidrio es paño de abismo
que el cuerpo deja
En algún lugar el ejercito
es un hombre solo
que se cura la herida
El abismo
Suscribirse a:
Entradas (Atom)