Mi novia es masoquista. Le encanta que le azote chanclas mojadas en la espalda. Que le jale de los cabellos. Que le haga la mariquita.
No me canso de golpearla. Eso sí, no me gusta que su sadismo me alcance. Ya se lo he dicho: a mi no me vengas con tonterías maniáticas. Si quieres que te de con el cordón de la plancha por mi bien. Me gusta verte excitada y, para que lo niego, el sabor de tu sangre me pone de una marcha. Pero el dolor, el mío, nomás no lo soporto. Ni pienses darme con el gancho de ropa o meterme por la cola esa verdura.
lunes, 22 de septiembre de 2008
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1 comentario:
cool blog! Love the photos!
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